sábado, 5 de marzo de 2016

Reseña: Finis Mundi



Sinopsis:

Francia. Año 997 de nuestra era. Michel, un monje cluniacense, decide embarcarse en una misión imposible. Según las revelaciones del ermitaño Bernardo de Turingia, el fin del mundo se acerca y sólo hay una manera de salvar a la humanidad: invocar al Espíritu del Tiempo. Pero antes es preciso recuperar los tres ejes sobre los que se sustenta la Rueda del Tiempo. ¿Dónde se encuentran? Nadie lo sabe...


Finis Mundi es un libro que me ha dejado buen sabor de boca, como la mayoría de obras de esta autora. Me costó bastante atreverme a leer uno de sus libros, pero después de leer Memorias de Idún (haré una reseña de la trilogía lo antes posible), La Emperatriz de los Etéreos Finis Mundi, creo que me he acabado acostumbrando a los libros de Laura Gallego. Recomiendo, de verdad, que leáis alguno de sus libros.

Finis Mundi está ambientado en la época del terror del año 1000, un tiempo sombrío y oscuro. A mi me encantó por que dio la casualidad de que mientras leía este libro, en el instituto estudiaba, justamente, esta época en historia, y fue una manera genial de familiarizarse con  esos tiempos de pobreza y miedo.
Michel, el personaje principal, me parece totalmente encantador. Es una de estas personas que no poseen mal ninguno. El joven Michel es muy inocente, pero creo que eso lo hace incluso mejor persona. Por otro lado tenemos a Mattius, que es sabio, paciente y tranquilo, pero siempre decidido a tomar acción. ¡Jamás me imaginé que los juglares fueran así! Me encanta como se complementan los dos personajes, son totalmente opuestos, pero a pesar de todo los dos se acaban uniendo para evitar el fin del mundo. Me parecen una pareja muy tierna.
De Lucía (la mujer de pelo corto, que veis en la portada) no voy a hablar mucho, ya que ella aparece a mitad del libro y no quiero hacer spoiler a nadie. Aunque sí voy decir que de este personaje, aunque tenga un papel clave, no me ha entusiasmado su intervención en la historia. No sé, supongo que es porque aparece a mitad del libro y no te da tiempo a familiarizarte bien con ella.
Este libro tiene giros inesperados que me dejaron bastante impactada. Y tengo que admitir que el final me pareció precioso, es una reflexión acerca de todas las cosas buenas y la esperanza de que estas siempre predominen sobre las malas. Será porque soy muy blandita, pero este libro, aunque no me hizo llorar...estuvo a punto.

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